viernes, 17 de abril de 2015

ME DESPERTÉ SEDIENTO...

Me desperté sediento
e hice un manantial
con tu cariño.

Me levanté vacío
y desayuné
calor entre tus muslos.

Que espere el jefe.
Que espere el día.

Nos necesitamos,
pero apenas lo sabremos.

Que esperen todos
o que desesperen...
¿Qué importa la esperanza
de los otros?

Dormiremos otro poquito
para evitar suspicacias.

Es preciso.

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