Algunas mañanas
tomábamos el desayuno
en la alfombra
y escribíamos el periódico.
Eran todas noticias fáciles
(quiero decir: improbables).
Luego sacábamos al perro
para que ladrara
con quien quisiera.
Por la tarde tomábamos
la siesta y nos besábamos
en la terraza.
Se puede
decir que nos queríamos
sin saber qué era eso.
Es decir: que nos queríamos.
Todas las noches
veíamos Tom y Jerry
y nos abrazábamos desnudos
para no perdernos.
Eran otros tiempos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario