lunes, 16 de marzo de 2015

EL NIÑO PROFETA

Cualquier lunes futuro
aburriré al Dolor
y a su cansancio casi mítico.

Derribará la Indiferencia altivos pedestales,
insultaré a la Luna con mi sabio susurro,
regresaré al Olvido
y arrojaré
sobre el baúl yaciente
el puñado simbólico y mi risa postergada.

                                           Entre tanto
nos roe el enigma de saberlo.

A ti y a mí,
                constelación
que no hemos descubierto.

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