ESTOY HACIENDO...

Estoy haciendo
con mis manos
un barco de papel.
Puede flotar;
es mi barco de papel.
Después me subo
para navegar
en mi barco de papel.
Puedes venir:
mi barco de papel
es tu barco de papel.
Solo tienes
que remar conmigo.
¿Adónde vamos?
¿Conoces algún lugar?
Desde ahora
te amo:
allí iremos.

PONGAMOS LA MESA...

Pongamos la mesa
sobre las cartas.
Hagamos solo
las trampas necesarias
para no perder.
Pero no me mates
con tu compasión.
Hablemos de cosas
sin ninguna importancia.
(Ellos no lo entenderían,
no lo entienden,
pero también lo hacen
los muy hacedores).
A ver, muéstrame las tuyas...
No está mal
                   ni bien,
pero la partida es larga.
Vale todo
menos el aburrimiento.
Mira: tengo
un póker de deseo
y ni yo mismo me lo creo;
compártelo conmigo.

SUENA EL TELÉFONO...

Suena el teléfono.
Cojo el teléfono.
Hablo por teléfono
con James Dean
y me dice que ahora está tranquilo.
Es solo un momento
y no puedo
localizar la llamada.
Cuando despierto
pienso que es un sueño,
o que el sueño es despertarme.
Sin duda, era él,
pero no supe localizar la llamada.
...  ...  ...  ...  ...  ... 
¿Qué me importa
el lugar, la llamada y quién la hizo?
¿Qué importa ser o no ser,
estar o no estar?
¿Qué importa un dilema
en los tiempos que corren?
Nademos sin guardar la ropa
y seremos eternos.
Vale.

EVIDENTEMENTE...

Evidentemente,
paso de afeitarme más.

No quiero asumir
esa responsabilidad.

Me duele el color
de tu silencio,
ahora que te has ido.

Ah, dile a él
que eres un bien común,
o un mal común;
que lea a Stalin
en los ratos libres
y que se abstenga
de practicar el 69.

Esto de mi parte.

Por favor, besa
al gato
si todavía no ha muerto
y dile
la verdad de este asunto.

Se acabaron las monedas...

Besos (sin pasión).

ME DESPERTÉ SEDIENTO...

Me desperté sediento
e hice un manantial
con tu cariño.

Me levanté vacío
y desayuné
calor entre tus muslos.

Que espere el jefe.
Que espere el día.

Nos necesitamos,
pero apenas lo sabremos.

Que esperen todos
o que desesperen...
¿Qué importa la esperanza
de los otros?

Dormiremos otro poquito
para evitar suspicacias.

Es preciso.

HE VISTO A PAUL NEWMAN...

He visto a Paul Newman
silbando
sobre la primera bicicleta del Oeste.

Lo he visto sin duelo
y sin pasión
bajo una caja de sorpresas.

Y al otro Paul. Y a Lennon.
Los hemos visto a todos.

Ahora dejadnos;
entonaremos Yesterday
alrededor de una botella
de ginebra de marca.

Dejadnos el camino
y la cantimplora.

Todo lo demás es vuestro.

PRECIOSA...

Preciosa:
              bájate
el vestido
o quédate conmigo.
El domingo es nuestro,
tú lo has dicho.
Luego nos ensalivaremos
hasta que la lluvia
responda al desaliento.
Seremos él y ella,
como en la novela
que nunca escribiremos.
Me dirás: Muérdeme en la oreja
o te dejo.
Yo estaré recuperando
la nostalgia
para después.
Pero ahora quítate el vestido
y hagamos lo corriente.